En nuestra sociedad hiperconectada, los adolescentes están constantemente expuestos a las redes sociales, para mejor y para peor. Pero, ¿realmente saben cómo evitar los efectos perjudiciales de este uso intensivo? Un estudio reciente aporta respuestas sorprendentes a esta cuestión crucial.
Conciencia aumentada de los adolescentes ante las redes sociales
A diferencia de lo que se suele pensar, los adolescentes tienen una aguda conciencia de los impactos de las redes sociales en su vida cotidiana. Un estudio estadounidense revela que aunque las experiencias negativas en línea son la principal razón de su regulación, los adolescentes también son muy vigilantes respecto a las repercusiones en su educación.
Los jóvenes entrevistados, en Estados Unidos y Canadá por la Universidad Rutgers – New Brunswick, muestran una sorprendente capacidad para gestionar su posible dependencia a las redes sociales.
Métodos de regulación voluntaria
Los investigadores han explorado diferentes perspectivas según la edad de los participantes. Examinaron si los adolescentes dejaban de usar voluntariamente las aplicaciones de redes sociales, los métodos empleados para reducir su uso y las motivaciones detrás de estas decisiones.
De hecho, a diferencia del entorno «sin fricción» que las plataformas intentan crear para retener su atención, los adolescentes introducen pequeñas fricciones intencionales. Esto incluye acciones como desactivar las notificaciones o limitar el tiempo de uso.
Efectos negativos en la salud mental y física
Según la investigadora Nikhila Natarajan, los adolescentes son cada vez más conscientes de los efectos negativos de las redes sociales en su salud mental y física. Los jóvenes están atentos a las experiencias en línea y fuera de línea interconectadas que los llevan a reflexionar más profundamente sobre las consecuencias del uso excesivo de las redes sociales.
Medidas tomadas por los adolescentes
La mayoría de los adolescentes entrevistados dicen usar las redes sociales por aburrimiento o para pasar el tiempo. Sin embargo, toman medidas para reducir su uso. Por ejemplo, Sonya, una adolescente de 14 años, decidió pedirle a su padre que bloquease su teléfono después de haber pasado 18 horas en TikTok, subrayando así un método radical pero intencional de regular su tiempo de pantalla.
– Llamada a los padres para controlar el uso del smartphone
– Uso de recordatorios automáticos o calendarios
– Detener las notificaciones durante las actividades extracurriculares
Keith, de 16 años, bloqueó las notificaciones de su teléfono durante las sesiones de entrenamiento deportivo para no distraerse.
Cambios inspirados por las redes sociales
En contra de toda expectativa, algunos adolescentes también modifican su comportamiento después de ver tendencias en las redes sociales que promueven un estilo de vida más saludable. Estas tendencias pueden alentar a los jóvenes a reconsiderar su uso de las plataformas sociales para mejorar su bienestar general.
Impacto potencial en el futuro
Mucho más maduros de lo que los estereotipos sugieren, los adolescentes ya entienden el impacto de un uso excesivo de las redes sociales, especialmente en sus estudios. Los jóvenes de 15 años son conscientes de que corren el riesgo de no cumplir con otras tareas si se dejan absorber por su aplicación favorita. En cuanto a los de 16 años, se dan cuenta de que sus calificaciones de segundo año son cruciales para la admisión a la universidad, lo que los lleva a moderar su tiempo en línea.
A pesar de estos esfuerzos personales, el estudio destaca que las empresas de redes sociales aún tienen un largo camino por recorrer para apoyar mejor a los adolescentes. El trabajo está lejos de estar terminado.