Reporteros sin fronteras (RSF) anunció recientemente que ha presentado una demanda en Francia contra la red social « X », anteriormente conocida como Twitter. Esta acción legal surge tras una campaña de desinformación en la plataforma, donde un video falsamente asociado a RSF circuló, afirmando que la ONG era responsable de un estudio distorsionado sobre alegaciones que involucraban a militares ucranianos. Este caso plantea preguntas cruciales sobre la responsabilidad de las redes sociales en la difusión de contenidos falsos y difamatorios.
Contexto de la demanda de RSF
RSF ha sido blanco de una operación de desinformación orquestada en la red X, donde un video falsificado comenzó a circular a finales de agosto de 2024. Este video, que se presentaba erróneamente como producido por la BBC, utilizaba el logo, la carta gráfica y la imagen de uno de los directivos de RSF para afirmar que la organización había publicado un estudio sobre tendencias neonazis entre los militares ucranianos. La ONG informó sobre esta manipulación a los responsables de la red social, pero sin éxito.
Acusaciones presentadas contra la red social
En su demanda, RSF acusa a la empresa de Elon Musk de difamación, difusión de contenidos falsos y suplantación de identidad. La ONG ha señalado varias cuentas que participaron en la propagación de esta información errónea, alegando la inacción de la plataforma a pesar de sus repetidos intentos. En un comunicado publicado el 13 de noviembre de 2024, RSF subrayó que esta inacción deliberada podría interpretarse como una forma de complicidad en la difusión de contenidos difamatorios.
Una reacción ante el blanqueo de información falsa
Con el fin de dar más peso a su demanda, RSF también proporcionó a la Comisión Europea pruebas en el marco de una investigación sobre la moderación de contenidos por parte de la red X. De hecho, la ONG afirmó que la red social había permitido que la desinformación prosperara, alcanzando casi medio millón de vistas durante su difusión. La reacción de la ONG pone de relieve el problema más amplio de la propaganda y la desinformación que circulan en las redes sociales, especialmente en contextos sensibles como el conflicto en Ucrania.
La respuesta de X y los desafíos legales
RSF ha argumentado, en el marco de su acción judicial, que incluso teniendo una cuenta de pago en X, sus reportes no han resultado en ninguna medida correctiva. Esta constatación plantea preguntas sobre la eficacia de las políticas de moderación de contenidos establecidas por las redes sociales frente a la necesidad de proteger a los usuarios contra la démoralización y la desinformación.
Impacto en la credibilidad del periodismo
La situación es aún más preocupante dado que refleja un creciente distanciamiento hacia el periodismo tradicional, como lo demuestran las decisiones de varios medios, incluido el diario La Vanguardia y The Guardian, de cesar toda publicación en X, calificándolo de « red de desinformación ». Paralelamente, diversos periódicos franceses, como Le Figaro y Le Monde, también han decidido demandar a X por el uso no remunerado de sus contenidos, creando así un contexto de tensión entre los medios y las plataformas sociales.
Las acciones emprendidas por RSF contra la red social X subrayan los desafíos legales y éticos generados por la presencia de información falsa en las redes sociales. A medida que estas plataformas continúan creciendo e influyendo en el panorama mediático, se vuelve cada vez más urgente abordar las cuestiones de responsabilidad y erradicar la desinformación para proteger la libertad de expresión y la credibilidad del periodismo.