El Memorial de Caen ha anunciado su decisión de abandonar la red social X, antiguo Twitter, debido a una manifiesta incompatibilidad entre los valores promovidos por la institución y los defendidos por su propietario, Elon Musk. Esta ruptura ilustra un contexto más amplio donde varias entidades eligen distanciarse de una plataforma considerada problemática, fortaleciendo así el debate sobre el impacto de las redes sociales en las iniciativas dedicadas a la memoria y a la paz.
Posiciones políticas controvertidas
La decisión de cerrar la cuenta en la red X fue motivada por las recientes posiciones políticas del dueño de X, que han sido percibidas como contrarias a los ideales de paz y memoria promovidos por el Memorial de Caen. Este último, establecimiento cultural dedicado a la conmemoración de conflictos pasados y a la promoción de valores humanistas, se ve así obligado a cuestionar el impacto de su presencia en línea sobre su mensaje y su misión.
Una elección reflexiva y simbólica
El director del Memorial, Kléber Arhoul, ha subrayado la importancia de esta decisión, calificándola de necesaria ante la transformación de la plataforma en «fábrica de caos». Esta evaluación no se basa solo en un juicio personal, sino que se enmarca en una dinámica más amplia observada por muchas otras instituciones, incluidas algunas universidades de Île-de-France que también se están distanciando de la red X, en nombre de valores éticos y sociales.
Una tendencia emergente entre las instituciones
La retirada del Memorial de Caen no es un caso aislado. Otros organismos, como la Asistencia Pública de los Hospitales de Marsella, también han decidido abandonar esta red social debido a una insuficiencia de moderación y a la ausencia de regulación de contenidos, lo que plantea preguntas sobre la responsabilidad de las plataformas frente a la desinformación y la difusión de ideas dañinas. Esto refleja una preocupación real con respecto al entorno digital en el que operan hoy en día estas instituciones. De hecho, el colectivo #HelloQuitteX está llamando cada vez más a entidades a abandonar esta plataforma.
Un debate sobre el futuro de los memoriales digitales
Esta elección de desligarse puede conducir a una reflexión crítica sobre el futuro de los memoriales y de las instituciones culturales en las redes sociales. La necesidad de preservar la integridad de su mensaje puede llevarles a considerar otras formas de comunicación que estén más en sintonía con sus valores. Mientras varias organizaciones toman posición, sería pertinente observar cómo esta dinámica podría influir en las normas y las prácticas de las redes sociales en el futuro.