Las redes sociales son omnipresentes en la vida de los adolescentes, influyendo en su comportamiento, su autoestima y su visión del mundo. Este artículo explora la dualidad de su percepción frente a las redes sociales, entre admiración por sus fuentes de inspiración y críticas sobre el impacto negativo que pueden tener en su salud mental.
Las redes sociales como fuente de inspiración
Para muchos adolescentes, las redes sociales son ante todo una fuente de inspiración. Casi cuatro jóvenes de cada diez (36%) afirman que estas plataformas les dan ideas nuevas y los animan a explorar intereses variados. Las redes sociales sirven así de trampolín para imaginar nuevas aspiraciones y descubrir talentos a menudo ocultos.
Los sueños de gloria y de fama
Los adolescentes también se sienten atraídos por las perspectivas de gloria y fama que ofrecen las redes sociales. Estas plataformas dan la ilusión de que cualquiera puede acceder a la celebridad, alimentando así sueños narcisistas. Al compararse con personalidades famosas, los jóvenes buscan destacarse del «rebaño» ordinario y alcanzar una forma de reconocimiento social.
La indiferencia de los adultos ante los comportamientos en línea
Algunos adolescentes expresan cierta sorpresa ante la indiferencia general que suscitan sus comportamientos en línea. A pesar de su actividad en plataformas como Facebook, las reacciones de los adultos suelen ser limitadas, generando una forma de frustración y decepción en los jóvenes.
El impacto de las redes sociales en la autoestima
Una de las principales consecuencias del uso de las redes sociales por parte de los adolescentes radica en su influencia sobre la autoestima. Los jóvenes están expuestos a normas de belleza y de éxito que pueden parecer inalcanzables, lo que puede tener un impacto perjudicial en su percepción personal. Varios comportamientos en línea, como la búsqueda de validación a través de los «likes» y los comentarios, pueden así plantear problemas.
La conectividad y su correlato: la adicción
Con más del 90% de los adolescentes teniendo acceso a al menos una red social y el 84% poseyendo un smartphone, estos jóvenes pasan en promedio más de 15 horas por semana conectados. Esta alta conectividad conlleva a menudo riesgos de adicción, dificultando la desconexión y generando a veces una profunda ansiedad cuando la conexión se interrumpe.
Los aspectos positivos y negativos de las redes sociales
Es esencial reconocer que las redes sociales ofrecen beneficios indudables en términos de socialización y acceso a la información. Sin embargo, los peligros, como las perturbaciones del sueño, el ciberacoso y los efectos negativos en la salud mental, también están presentes. Estas plataformas son así percibidas de manera ambivalente por los adolescentes: pueden ser a la vez un medio de desarrollo y una fuente de estrés.